Aprendí un par de cosas facilitando el taller intensivo sobre micro documental web con software libre para la Universidad de Costa Rica. ¿Adivinen cual fué la más importante?:
(1) Que los fotógrafos descuidamos nuestro sentido del oído para  aguzar el de la vista, por lo que la diferencia entre un foto-documental  sonoro bueno y uno excelente suele residir en la calidad de la  construcción y tratamiento del sonido, en nuestro caso con el Audacity:
http://mosaic.uoc.edu/2010/03/04/guia-de-aprendizaje-de-audacity/
 
(2) Que por high-tech que parezca el micro documental web  se descompone en capítulos y escenas, exactamente igual que el ensayo  fotográfico clásico de hace 60 años, como el Poblado Español de Eugene  Smith:
 https://www.slightly-out-of-focus.com/product-page/w-eugene-smith-spanish-village-life-9th-april-1951
 
(3) Que una de las formas más eficaces de estructurar un micro documental web, sin recurrir a fórmulas, consiste en encontrar  los puntos de contacto entre la estructura retórica de la entrevista y  aquella formal de las fotos, y a partir de estos construir las  estructuras categóricas y asociativas para imprimir a la narración  profundidad de sentido y cohesión:
http://metamentaldoc.com/Tipolog%EDas_y_modos%20documentales_Alejandro_Cock.pdf
Aquí les dejo mi último micro docu web: Cuenteros en el Coyol. De Eros a Tánatos; Los  Alaputenses, Los Segundo Piso y Los Tropezones son tres grupos de  cuentacuentos que mantienen viva una tradición tan antigua como la raza  humana.