Análisis de fotoensayo clásico Partera y Enfermera

Capítulo 3, apartado 3, de mi tesis de maestría academica en la Universidad de Costa Rica, titulada Convergencia retórica en el documental fotográfico y sonoro para la web (2013). Este extracto incluye solo material de pg 28 a 36. Las fotos de E. Smith y texto de Albán-Dobles son compartidos con fines investigativos, no comerciales. Tesis completa de 137 pg, disponible bajo pedido a jorgealband@gmail.com

Análisis de un fotoensayo clásico para la página impresa


Incluye lenguaje y contenido de cada foto, interacción con el texto y restantes fotos en cada página y resto del fotoensayo documental de Nurse-Midwife, producida por Eugene Smith en 1951 mientras  trabajaba para Life Magazine (Smith, 1951). Es considerado hoy en día, por autoridades en historia de la fotografía, de la talla de Newhall, Freund o Rosenblum, como una de las obras cumbres de la fotohistoria para la página impresa. En palabras del propio Smith, quiso “Hablar fuerte sobre el racismo, sencillamente mostrando a una mujer extraordinaria, haciendo cosas extraordinarias en condiciones imposibles” (Lasko, 1989).


Nurse-Midwife literalmente significa partera y enfermera. A través de la vida y lucha cotidiana de Maude Callen, una de las pocas mujeres negras que ejercían la enfermería en los Estados Unidos de los años cincuenta, ni que decir en el sur profundo, Smith logra retratar una de las mayores injusticias históricas de su país. Recordemos que este valiente trabajo de narración fotográfica fue publicado en 1951, 4 años antes de que inciara la ola eventos masivos conocida como movimiento por los derechos civiles en veintinueve estados de los Estados Unidos de Norteamérica, de 1954 a 1968.


Nurse-Midwife consta solamente de seis dobles páginas. “Solamente” porque en fotoensayos posteriores Smith hubiera intentó llenar varios tomos con imágenes extraordinarias, como hubiera sido el caso de su fotoensayo producido por años sobre la ciudad de Pittsburgh, si hubiese sido publicado íntegramente. La primera doble página (fig 3.1) contiene cinco fotografías y el titular “PARTERA Y ENFERMERA: MAUDE CALLEN ALIVIA EL DOLOR DEL NACIMIENTO, LA VIDA Y LA MUERTE”.

 

Primera doble página de Partera y Enferma (1951).Todo losderechos de E. Smith y LIFE Magazine. Uso con fines de investigación y no comerciales.
                          
 

 La fotografía principal se ubica a la izquierda, a página completa, es la primera en ser leída y la que crea el contexto interpretativo para las otras. En ella vemos una mujer madura de raza negra sentada en una silla con uniforme de enfermera y estetoscopio al cuello. Su gesto es de preocupación ante la figura que ocupa el primer plano: una jóven adolescente, también negra que dormita con los brazos cruzados en una expresión de inquietud. La mesa del fondo está cubierta con papeles periódicos y tiene una lámpara de canfín (queroseno) encendida asi como varias palanganas. La imagen inmediatamente genera interés por entender la situación.

 
El pie de foto, en este caso el mensaje lingüístico escrito dice: “Cansada pero vigilante Maude se sienta junto a la madre que dormita”. Tal economía de lenguaje ciertamente invita a observar las otras fotografías de arriba para abajo antes de leer el cuerpo de texto principal. Recordemos que la intención del foto ensayo original no difería mucho de aquella de los frescos en las iglesias originales: llevar el mensaje de forma icónica a quienes no podían o no querían leerlo como texto escrito. La primera de las fotos pequeñas muestra la misma jóven embarazada, apoyada en el borde de la ventana sostenida por otra mujer, también negra y con uniforme. El pie de foto dice “ESPERANDO, la joven madre se apoya en la ventana a la espera del auto de Maude” (Smith, 1951).


La siguiente foto “pequeña” de este conjunto esta ubicada inmediatamente a la derecha y nos muestra a la madre adolescente en una aparente perdida de consciencia con la misma partera jóven a su lado. Bajo ella tenemos un epígrafe más generoso: ASUSTADA Y ENFERMA, la joven madre es atendida por Phoebe Gadalen, la primera partera que llamó. Como practicante formada en las clase de Maude (pag. 114-115) ya ha atendido varios partos, pero sintió que este requería mas cuidado por lo que llamó a Maude para que lo supervisara (Smith, 1951).


La cuarta fotografía, que por jerarquía de tamaño realmente debería ser segunda, muestra a Maude Callen esterilizando implementos en ollas gastadas y una cocina forrada en papel periódico a medio arrancar. De nuevo junto a ella aparece la lámpara de canfín. El pie de foto dice: MAUDE SE PREPARA en la cocina a la luz del canfín. Aparte del estetoscopio y guantes, su equipo médico no cuesta ni $3: telas limpias, trozos de algodon, tijeras, hilo quirúrgico, delantal, mascara y medidor de
presión. Sus partos siempre son atendidos en condiciones asépticas (Smith, 1951).


La quinta y última fotografía de esta primera doble página muestra a la jóven madre con el brazo y en la cama mientras la partera la sostiene. El último pie de foto dice: "CON GRAN DOLOR, la madre de 17 años gime y murmura oraciones mientras Phoebe le sostiene la mano. Poco podía hacer para aliviar su
dolor, puesto que no le estaba permitido administrar sedantes. Desgastada y débil desde el principio de su sufrimiento, la madre ya había sobrellevado varios intentos de dar a luz" (Smith, 1951).


Smith ha logrado retener nuestra atención por la situación lo más posible en las dos primeras imágenes, que demuestran preocupación pero no dan mucha información en los epígrafes. Fotos tres y cuatro contienen mucha más información y el mensaje lingüístico de la palabra escrita “ancla” los significados, de acuerdo a la retórica de la imagen de Roland Barthes. Aún asi esta primera doble página o acto, porque el fotógrafo parece estar plantando y reteniendo información como si de dramaturgia clásica se tratase, nos deja con más preguntas que respuestas y ciertamente motivados a leer el cuerpo de texto que afirma: 


"Hace algunas semanas en Pineville, Carolina del Sur, condado de Berkley al filo del Pantano Hell Hole, llego la hora de que Alice Cooper tuviera su bebe, por lo que llamaron a la partera. Al principio todo parecia ir bien, pero pronto la partera detectó signos de problemas. Sin dudarlo mando llamar a una mujer llamada Maude Callen para que viniera a hacerse cargo. Tras la llegada de Maude Callen a las 6pm la labor de parto de Alice Cooper se intensificó. Duró toda la noche, hasta el amanecer, pero al final dio a luz un varón sano. La nueva partera triunfó en una situación en que las cada vez más escasas parteras “abuelas” del sur profundo, armadas con supersticiones y un par de tijeras oxidadadaes bien pudieron haber sacrificado tanto al niño como a la madre. Maude Callen pertenece a un grupo muy especial, el de las parteras enfermera. Si bien existen más de 20.000 parteras regulares ejerciendo, las parteras enfermeras son contadas. Solo existen nueve en Carolina del Sur, 300 en todo el país. Su educación incluye el programa completo de toda enfermera, entrenamiento en salud pública y por lo menos seis meses de clases en obstetricia. Como profesionales formadas saben muchisimo más que las parteras corrientes y estan tan lejos de la abuelas creyenceras como la buena medicina de las malas yerbas. Maude Callen ha traído al mundo un número incontable de bebés, pero la obstetrica es solo parte de su labor. Para más de 10.000 personas en esta densamente habitada tierra sureña de 400 millas cuadradas atravesada por carreteras fangosas, ella debe intentar ser “doctor”, nutricionista, psicóloga, pagadora de fianzas y amiga (pág. 140 y 141). Para quienes piensen que una persona negra no tiene porque andar metida en estos asuntos, el Doctor William Fishborne, Director del departamento de salud del condado de Berkley, tiene algo que decir. Cuando le preguntaron si Maude Callen podría sacar tiempo para dar clases en la Junta de Salud, él respondió “Si se la llevan sólo les pido que por favor recen por la gente de por acá”. (Smith, 1951)


La mejores fotos del conjunto son las de mayor tamaño. Aquellas en que el fondo realmente construye sentidos: esa lámpara que repetidamente vemos asociada a Maude representa la sabiduría de la ciencia y el progreso, esos periódicos sucios y a medio arrancar en las paredes de la cocina de la cuarta fotografía representan exactamente lo contrario. Un efecto adicional de esta primera doble página es el manejo del tiempo para generar suspense; realmente hasta no leer el cuerpo del texto, da la impresión de que ha pasado una eternidad y con cada imagen la pregunta sobre el resultado del parto, la vida de la madre y el niño, crece y crece. Lo que vuelve inevitable querer pasar la página.

 


Segunda doble página de Partera y Enferma (1951) Todo los derechos de E. Smith y LIFE Magazine. Uso con fines de investigación y no comerciales.

 

 En la segunda doble página tenemos de nuevo cinco fotografías. La primera por jerarquía de tamaño no deja lugar a dudas: el niño ha nacido sano y su madre lo recibe con una gran sonrisa. Al retomar la lectura de las fotos de izquierda a derecha caemos en la cuenta que la primera palabra de cada epígrafe es ahora un indicador de la hora a la que fue tomada cada imagen, lo que viene a responder nuestra otra interrogante sobre la extensión temporal de ese primer “acto” o doble página. La primera imagen de la joven madre sollozando tiene escrito abajo “4 A. M. A medida que se intensifica la labor de parto el  rostro de Alice Cooper parece contener el sufrimiento de todas las mujeres que alguna vez dieron a luz” (Smith, 1951). La siguiente imagen muestra a Maude con el niño en brazos, la lámpara al fondo y partera sosteniendo su cabecita. El pie dice “5:30 A.M. Pocos segundos después del parto natural, Maude Callen sostiene en sus manos al niño sano a medida que llena sus pulmones y se preparar para
llorar.”(Smith, 1951). La siguiente foto es la mayor de todas, descrita anteriormente, debajo suyo dice “5.40 A. M. Terminado el sufrimiento, la madre mira por primera vez a su hijo. No tenía nombre para el todavía, pero una semana después, le llamó Harris Lee.

 

La cuarta foto de esta segunda doble página nos muestra una señora desconocida reconfortando a la recién parida. El pie dice “5:45 A. M. La tía de la madre, Catherine intenta aliviarla para que se quede dormida y olvide el sufrimiento”. La quinta y última foto muestra a a Maude Callen, la responsable del parto en un momento de reposo tomando un refresco y mirando por la ventana. Bajo ella se explica “Con su trabajo por fin concluido, la partera enfermera Callen toma el primero sustento en más de 22 horas” (Smith, 1951).


Esta segunda doble página hace uso de la estructuración categórica del tiempo, al igual que documental fotográfico y sonoro para la web Amar: All Great Achievements Require Time (analizado en el capítulo 6). Sin embargo los propósitos distan mucho entre si. El uso del tiempo en este fotoensayo para la página impresa tiene que ver con proveer sensación de inmediatez. Las partes más dramáticas, o por lo menos las que despertaban más interrogantes, quedaron en la primera doble página. Puesto que, a
principios de los años cincuenta, la televisión todaviá no era el monstruo omnívoro que terminaría por devorar a los Picture Magazines (ver el resto de este capítulo 3), es más probable que el deseo de simular una narración “en vivo” fuera una remediación, en lenguaje de Bolter y Grusin (ver capítulo 5), de la retórica de la radio. La mejor fotografía es de nuevo la de mayor tamaño. El contraste de Eros y Tánatos, de placer y dolor, patente en los rostros del niño y su madre, separa esta fotografía de las demás. Su epígrafe si bien sencillo, en relación de anclaje inevitable como solía y siegue siendo la norma, logra conmover al proveer información precisa sobre el nombre de la criatura y de paso sugerir la precariedad de la vida en esas condiciones para que la madre no diera nombre al niño hasta una semana después de nacido.


Tercera doble página de Partera y Enferma (1951). Todos los derechos de E. Smith y LIFE Magazine. Uso con fines de investigación y no comerciales.

 

La tercer doble página contiene siete imágenes bajo el titulo “La Jornada de Trabajo de 16 Horas de Maude”, la foto principal a la derecha nos muestra a la partera-enfermera, caminando entre dos autos, siendo recibida por una niña en muleta con lo que parece ser una deformación en la pierna. Bajo ella se lee: UNA NIÑA DISCAPACITADA saluda a Maude en la puerta. El año pasado Maude logró que fuera a un campamento del estado para niños con impedimentos, pero el campamento tiene requisitos estrictos – todo niño ha de llevar dos vestidos y un pijama. La niña no podía cumplirlo, pero Maude le consiguió un vestido y un pijama asi que al final asistió (Smith, 1951).


Retomando la lectura desde arriba a la izquierda, vemos una foto retrato de Maude. Resulta extraño verla en pose contemplativa y sosteniendo una flor, pues hasta ahora siempre nos la han mostrado muy ocupada. Como retrato ambiental la imagen es sumamente expresiva: la flor cabizbaja, el rostro apuntando en la dirección con menos “aire, el retrato mostrando el lado “ancho” del rostro en penumbra. El pie de foto termina de anclar los singificados de toda esta cadena de significantes “A SUS 51 AÑOS, Maude tiene un rostro pensativo y cansado que refleja su lucha vital. Huérfana desde los 7, fue criada por un tío en Florida, estudió enfermería en Savanah, Georgia y se volvió enfermera a los 21.” (Smith, 1951). La foto inmediatamente a la derecha, nos la muestra activa y capaz de retar las segregaciones y racismos de su época: GEMELOS SANOS, que nacieron con un día de diferencia, hace un año, en un parto atendido por Maude, son visitados y revisados por ella, quien aprovecha para servirse algo de agua. Tan solo un 2% de sus pacientes son blancos (Smith, 1951).


La tercera imagen muestra a un hombre, de apariencia enferma, sentado en una cama. La habitación es de madera y Maude, al fondo conversa con otra mujer a través de una ventana. El pie nos informa: CASO DE TUBERCULOSIS, Leon Snipe de 33 años se sostiene en el borde de la cama, mientras que Maude arregla con la hermana de él para que lo lleven al sanatorio del estado. Ella lo encontró en la calle y cayó en cuenta que estaba débil, enfermo y necesitaba ayuda (Smith, 1951).


La cuarta imagen es de Maude saliendo de noche de otra destartalada casa de madera, lámpara y maletín médico en mano. Se nos informa: TRAS OTRO PARTO: Maude sale a las 4:30 de la mañana dejando el caso a otra partera. Puesto que ya está en pie, lo más probable es que no regrese a la cama sino que continúe trabajando por el resto de la mañana (Smith, 1951). La foto más pequeña del conjunto muestra a una mujer con la pierna enyesada siendo ingresada en una casa bajo el cuidado de Maude. La iluminación sugiere que es de noche. Bajo ella se explica “UNA MUJER ACCIDENTADA fue llevada a la puerta de Maude una noche. Annabelle Fuller resultó seriamente herida en un accidente automovilístico y Maude le brindó primeros auxilios. Ahora la joven regresa para que le cambien las vendas y el yeso” (Smith, 1951).


La tercera doble página sigue aferrada al propósito de simular una crónica radiofónica. Logra comunicarnos el nivel de entrega y esfuerzo de Maude Callen mostrándola en varias actividades e interacción con muy diversos personajes (aunque la siguiente doble página nos la mostrará aún más versátil). Quizás lo único cuestionable aquí es que la protagonista deba estar presente en todas las
imágenes, de la cintura para arriba, lo que tiende a homogenizar la apariencia estética y a la vez dificulta alcanzar otros niveles de sugerencia, como las “estéticas sociales” de MacDougall o “redes significantes” de Coover (ver capítulo 4). El arte y oficio de la fotohistoria impresa tenía tan solo un par de décadas en este momento y Smith parece operar bajo la Teoría del Gran Hombre, herencia del siglo XIX, reforzada por los sacrificios personales de las dos Guerras Mundiales; lo que justificaría su enfoque absolutamente centrado en la protagonista. Tendría que transcurrir por lo menos una década y media más para que periodistas del New Journalism como Truman Capote o Tom Wolfe remezclaran las técnicas narrativas de los escritores realistas y dieran espacio a la fusión de multiples voces y puntos de vista o detalles que condensan información sobre el “estatus vital” de los personajes involucrados.


Aun sin tomas de acercamento ni puntos de vista adicionales, es posible encontrar, por lo menos en lo fotográfico, objetos cargados metonímicamente (por extensión física), como la flor abatida y lámpara en donde no hay luz eléctrica, en manos de Maude; o como los gemelos blancos que, traidos al mundo por manos negras, fácilmente representan la asimetría en la relación de poder de la población negra sosteniendo a una élite blanca; o los dos autos, entre los que camina Maude, frente a la niña con las dos
muletas, que metonímicamente vienen a dinamizar su vida.

Cuadro de relevos de sentido, tomado de tesis de maestria Convergencia retórica en el documental fotográfico y sonoro para la web (2013), Jorge Albán-Dobles y Universidad de Costa Rica.
 
 

Escasea todavía el uso de otro tipo de tropos combinatorios más atrevidos entre imagen y texto, como los de relevo de cuantía, forma, función o incluso tropos o figuras de relevo metafórico entre imagen y texto (ver capítulo 5). En todo caso, y antes de avanzar, recordemos que esta tercera doble página de nuevo cierra con una pregunta no escrita: ¿ logrará Maude que la niña con discapacidad regrese al campamento este año? 

 

Cuarta doble página de Partera y Enferma (1951). Todos los derechos de E. Smith y LIFE Magazine. Uso con fines de investigación y no comerciales.

 


La cuarta doble página inicia respondiendo con una foto a página completa de las niñas luciendo sus vestidos nuevos y el epígrafe: NUEVOS VESTIDOS para Carrie de 9 años y Mary Jane de 8 fueron entregados por Maude camino a otro paciente. A veces, como en esta ocasión consigue las prendas de amigos u organizaciones de caridad y las distribuye a quienes más lo necesitan. Otras veces las ha tenido que pagar de su propio bolsillo (Smith, 1951).


Las tres fotografías más pequeñas nos muestran a Maude reconfortando a un discapacitado “LA BONDAD SENCILLA sobrecoge al anciano Frank McCray quien, tras un dolor de cabeza un día en 1927 quedo paralizado y ha estado en silla de ruedas desde entonces. Apenas vio llegar a Maude empezó a llorar”, comprando tabaco para un ciego: EL TRABAJO EXTRA asumido por Maude incluye cobrar los cheques de desempleo y tratar con los dueños de las tiendas por gente que no se puede valer por si misma o como este hombre, tiene ceguera. Ella le ayudó a pagar sus cuentas, contar el cambio y, en este caso, hasta a comprar algo de tabaco para mascar (Smith, 1951).


Y entregando viveres a niños descalzos y malnutridos: LA COMIDA COMPRADA en la tienda y donada por Maude, le encanta a estos niños frente a una cabaña de troncos. A menudo encuentra familias con solo dos o tres artículos en su dieta o como en el caso de esta, que sobrevivía a puro maíz (Smith, 1951).


Demostrada primero la entrega, y ahora la versatilidad y bondad de Maude Callen, llegamos a una excepción en la estructuración visual narrativa: La número 4 es la primer doble página de Nurse Midwife que ofrece dos fotografías a página completa (o alto de página). La segunda fotografía (a la derecha en la figura) incluye este pie: TRAS UNA LLAMADA Maude camina de vuelta al auto. Caminos como este son comunes en la zona. Cuenta que al final de caminos similares, en los años veinte, encontró gente “que no sabía como se usaban los tenedores o las cucharas” (Smith, 1951).


El énfasis en el barrial y tener que caminar precariamente sobre troncos, acentuado por el uso de un lente gran angular dirigido hacia abajo, logra un fuerte nivel de evocación sinestésica por sí mismo, pero junto al pie de foto, genera funciones combinatorias de relevo de orden, relevo de función y relevo metonímico. Smith rompe la lógica de las primeras tres dobles páginas para hacernos sentir el barro en toda su mugrosa intensidad, comprimir y crear paralelismos entre este tiempo y tiempos pasados (relevo de orden) que se niegan a desaparecer y caracterizarlo de peligroso (como cualquiera que haya terminado sentado en un barrial entenderá...) y deshumanizante (el uso de tenedores y cucharas en occidente se asocia con la civilización), mediante figuras combinatorias de relevo de función y relevo metonímico entre lo textual y lo visual (ver capítulo 5).

 

 

Quinta doble página de Partera y Enferma (1951). Todos los derechos de E. Smith y LIFE Magazine. Uso con fines de investigación y no comerciales.

 

La quinta doble página esta dedicada a mostrar la relación de Maude Callen con la medicina y la comunidad en su conjunto. Ninguna foto llena la página a lo alto, pues ninguna es vertical, y como hay tres apaisadas casi del mismo tamaño, leeremos iconográficamente desde la esquina superior izquierda donde se nos muestra una Maude aún mas atribulada, subiendo escalones con una bebé en brazos. El epígrafe confirma la gravedad de la situación “UNA BEBÉ MORIBUNDA, que padece de enteritis aguda es llevada de emergencia al hospital. La madre la llevó a Maude, quien le tomó una temperatura de 42 grados y recorrió casi 60 kilómetros en el intento de salvarle la vida” (Smith, 1951). 

 

La fotografía inmediatamente debajo, confirma la tragedia “LA TRANSFUSIÓN fue imposible pues la deshidratación había afectado las venas de los brazos y el doctor tuvo que intentarlo en el cuello. La bebé murió antes de que el doctor lograra hacer fluir la sangre”. La siguiente fotografía, la más pequeña del conjunto y justo sobre el titular MAUDE Y EL DOCTOR, muestra a un doctor de pelo blanco con una paciente negra bajo la mirada de Maude “EL DOCTOR W. K. FISHBURNE, Director del Departamento de Salud del Condado de Berkeley, examina una paciente traida al hospital por Maude”. (Smith, 1951). 

 

Las dos fotos restantes llenan el ancho de la página derecha. En la primera se muestra una multitud de personajes, todos de raza negra, vestidos de domingo y a la espera, con el epígrafe “FUERA DE LA CLÍNICA, improvisada dentro de la escuela, la gente espera para ver a Maude. Una tarde junto a una asistente, aplicaron 810 vacunas contra la tifoidea, para terminar el día ayudando a otro niño a venir al mundo” (Smith, 1951).

 

La última foto de la quinta doble página, que por su tamaño casi domina a las demás, nos muestra el interior de la “clínica” portátil e improvisada de Maude: “DENTRO DE UNA IGLESIA ella revisa un
paciente en su consultorio improvisado tras una sábana. Sueña con tener una clínica bien equipada algún día, pero tiene pocas esperanzas de obtener los $7,000 que podría costar” (Smith, 1951).

 

Hasta ahora habiamos visto a la partera y enfermera atender paciente individuales. Esta  doble página nos recuerda que si bien a veces las historias personales son trágicas (como el caso de la niña que muere), Maude es guiada por un sentido del bien común. Asimismo logra materializar sus aspiraciones y sueños, que tras la publicación de este fotoensayo en Life Magazine logró recuadar veintisiete mil dolares, con los que se construyó una clínica moderna en Pineville en la que Maude enseño hasta su retiro en 1971.


Sexta doble página de Partera y Enferma (1951). Todos los derechos de E. Smith y LIFE Magazine. Uso con fines de investigación y no comerciales.

 

 La sexta y última doble página es la que ofrece la fotografía a mayor tamaño (al igual que en Spanish Village, otro de los fotoensayos cumbres de Eugene Smith y del género). En la foto vemos a Maude con una bebé sana, compartiendo sus conocimientos con nuevas parteras:


ENSEÑANDO A LAS PARTERAS, Maude demuestra como se examina una bebé para detectar problemas. Ella imparte más de 84 clases, ayuda a entrenar más de 9 parteras cada año. Estas parteras, que ya practican, regresan a Maude para cursos mensuales de refrescamiento. Pocas tienen más de cuarto grado escolar, pero reciben dos semanas de entrenamiento en el insituto de parteras estatal y estan muy orgullosas de su práctica. A difrencia de Maude cobran por cada parto, la tarifa es de 23 $ pero a menudo cobran menos. (Smith, 1951).


A la izquierda de esta gran imagen hay tres de tamaño reducido, en las que podemos apreciar a Maude Callen en los momentos preparativos “ARMANDO UNA ALMOHADILLA para el parto en la misma casa del paciente y siguiendo las instrucciones que aprendió en clase, Maude enrolla juntas las puntas de muchas hojas de papel periódico. Sus materiales son improvisados porque hasta el papel escasea” (Smith, 1951), bajo la mirada divertida de dos niños sentados al fondo. 

 La partera y enfermera también construye “UNA INCUBADORA se arma con una caja y botellas de whisky llenas de agua tibia. Las botellas de colocan a los pies y laterales de la caja, cubiertas con capas de tela. Esto a veces funciona hasta por dos o tres horas” (Smith, 1951) y “UNA CUNA, no es más que una vieja caja de frutas acomodada sobre una silla junto a una estufa. Maude tiene que demostrar hasta esta simple idea, ya que ha visto recién nacidos ser metidos en cama con niños más grandes y puestos en peligro de ser asfixiados” (Smith, 1951).


Life Magazine, era un publicación del magnate presbiteriano Henry R. Luce y se esforzaba por mostrar un mundo optimista para educar y hasta guiar a la población. Según Freund (2008, p. 129) “Era un pseudomundo que inspiraba falsas esperanzas a las masas”. Resulta pues comprensible que la historia cierre con una bebé sana y mirada hacia un futuro mejor, en cierta medida para reivindicar la precariedad y muerte de las “escena” o dobles páginas anteriores.
 

Smith no contento con eso incluye tres obras maestras fotográficas “de acompañamiento”, que emplean funciones combinatorias textual-verbales como relevo de cuantía con la valiosa almhoadilla pues “...a veces hasta el papel escasea”, relevo de función con la incubadora que: “ …a veces funciona hasta por dos o tres horas” e incluso relevo metafórico con la cuna improvisada, cuyo cabezal recuerda un corazón y los niños grandes mencionados como peligro para los bebés, fisgonean amorosamente por la ventana.

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