"La primer sala explora la relación del cuerpo y el espacio público en las prácticas de configuración de masculinidades. La obra de Albán contextualiza esta mutua transformación: habitamos espacios que nos habitan, tal es el caso del guarda en su caseta o el hombre que asocia su potencia sexual con excesos de velocidad en carretera."
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"La siguiente sala, denominada Rito, Mito y Desmitificación despliega una serie de arquetipos masculinos que muestran que la masculinidad no es biológica, sino histórica y cultural. (...) surgidos de cuentos populares o dela imaginación como en estas obras de Albán. Se trata de la gran narrativa histórica de la masculinidad de héroes y antihéroes versus la microhistoria de mujeres y hombres cuyas configuraciones de prácticas de género repiten o desdicen estereotipos."
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Esta obra es NUESTRA: José Pablo no comió flores para Yashico Fallas, pero meditó con las medias rayadas de su novia Selena Avendaño, quien lo imaginó de la mano de Oscar Herrera. El Indomable pudo con Chuck Norris, pero se dejó arreglar el pelo por otro hombre en el imaginario líquido de Patricia Velásquez. Albertine Stahl conjuró la seducción de Cruella de Ville en la piel de Eduardo Chang. Sandra Salazar Vindas cree en un Jorge Albán Dobles que trafica con nutrientes e imaginarios milenarios. Sole Albán Dobles soñó despierta con un Elías Carabaguías tan autosuficiente, que se volvió premonición. Carla Zurita vislumbró un Turo Barboza vulnerable ante su propia imagen. Allan Barboza fantasea que es fantaseado en su paternidad, quimera de Gabi Segura Umaña. Yamil de la Paz hace, ante docenas de cuerpos sudados, lo que Raquel Quesada Guzmán se figura ¿ o hace más ? ¿ Yita interpreta a Edgar Rojas, o hace justo lo que Mimian Hsu imagina para ponerse una flor en el ojal ? Quizás Juana Pereira ya no necesita ser imaginada por sacerdote alguno, ahora que, JUANA LA ANDA.
"En esta última sala se muestran obras que en nuestro país dejaron huella, en los albores de la representación fotográfica de masculinidades alternas a la patriarcal. (...) En 1997 Jorge Albán mostró varias chatarras de automóvil sobre las cuales imprimió fotografías de él y su hija desnudos: el ícono de la vírgen con el niño, pero a la inversa. Estas imágenes generan un choque con la perspectiva patriarcal, para la cual la desnudez simultánea de un hombre con una niña podrían ser representaciones evocadoras de violencia sexual pero no de amor filial. Sus imágenes desafían dicha mentalidad."
Última noche con Soledad en el estudio, foto analógica en tintas pigmentarias, 2000, cuatro piezas de 30x40 cmts. 
Estos tres primeros párrafos son extractos del texto al catálogo de la muestra Mil y Un Hombre, Tres Fotógrafos, exposición colectiva curada por Adriana Collado Chaves y presentada en salas 2, 3 y 4 del Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC) del 18 de mayo al 29 de julio 2017. Por brevedad se ha omitido la reproducción del texto completo, que pueden encontrar en https://issuu.com/madc/docs/catfotografos2
En el prólogo a dicha publicación Fiorella Resenterra, Directora MADC, concluye "Las potentes imágenes que Albán, Timms y Tischler han creado, siguen desafiando prejuicios sociales, con la misma fuerza (o tal vez más) que lo hicieron hace 20 años. Así son las obras que alcanzan cierta aura de universalidad: siguen por muchos años vigentes desafiando el statu quo que se aferra a antiguos (y obsoletos) paradigmas y que se resiste al cambio. Los artistas son como chamanes; nos revelan realidades que no queremos ver y con valentía, nos abren los ojos para enfrentarnos al mundo que está por venir. Al final esta muestra, tal vez, reunió más diferencias que similitudes entre estos tres fotógrafos; a veces estamos más cerca por que somos diferentes."
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